26 January 2021
En el momento de la búsqueda de una vivienda, una de las preguntas que más nos hacemos es: ¿cuál es la cantidad máxima que puedo pedir de hipoteca en función de mi salario? Esto significa que cuánto dinero estamos capacitados a pagar por cada cuota sin que conlleve dificultades.
Es primordial que tengamos conocimiento de la capacidad de endeudamiento que tenemos para escoger la hipoteca que mejor se ajuste a nuestra situación financiera. El cálculo debe hacerse bien, pues si no, podríamos estar renunciando a una vivienda de mayor calidad sin necesidad de hacerlo.
La cuantía que podremos invertir en nuestra vivienda viene determinada por la llamada “capacidad de endeudamiento”. Este término indica la cantidad de ingresos que una persona es capaz de destinar a cubrir sus deudas.
Para las hipotecas, un gran número de expertos aconsejan que la cuota mensual no sea superior al 30 % o al 35 % de nuestros ingresos netos. El 65 % restante deberíamos gastarlo en alimentación, ocio, ahorro, etc. Todo depende del sueldo de cada individuo.
Para calcular el ratio exacto hay que comenzar obteniendo la diferencia entre los ingresos y las deudas pendientes, ya sean cuotas por préstamos, tarjetas de crédito o cualquier otra cosa. Una vez tengamos el resultado de dicha diferencia, lo usaremos para calcular el porcentaje que nuestra capacidad de pago nos permite para hacer frente al pago de la hipoteca.
Pongamos un ejemplo: en una pareja que gana 1000 euros cada uno, tienen un préstamo de coche de 400 euros mensuales, por lo tanto, el máximo que deberían abonar de hipoteca al mes sería de unos 480 euros:
En caso de no existir ni el préstamo del coche ni ningún otro gasto:
Antes de contratar una hipoteca, será necesario realizar este cálculo, pues la hipoteca es la máxima inversión de un ciudadano de renta media. Lo anterior se basa en dos factores: el primero, el importe que pagaremos y, el segundo, el plazo de pago.
Los gastos derivados de la hipoteca son las comisiones de apertura y cancelación, los gastos notariales o las escrituras. Actualmente, es casi imposible que te financien el 100 % de la hipoteca, por lo que se recomienda tener unos ahorros previos de alrededor el 20 % del valor que posee el inmueble.
Otro de los consejos que pueden servirte es ahorrar el 10 % del salario neto que recibes cada mes. Muchas personas no se lo pueden permitir, pero, si es posible, lo mejor es que guardes algunos ahorros por si la situación se vuelve un tanto complicada.
Si tu situación económica se ha visto gravemente afectada, existe una serie de soluciones que puedes llevar a cabo con la finalidad de ganar algo de tiempo:
Es muy probable que haya que aplazar ciertas compras que tenías pensadas. En lugar de pagar todo de una vez, gran cantidad de tiendas dan la posibilidad de financiar productos. De esta forma, quizás te sientas menos presionado durante un tiempo y puedas seguir adelante.
Otra de las alternativas es solicitar un préstamo, muchas entidades están dispuestas a ayudarte si la situación lo requiere.
La situación financiera de cada persona es diferente y pueden darse una serie de factores que hagan variar el montante final de la hipoteca en función del salario.
Por lo tanto, para saber la cuota mensual que abonaremos y cuál es la hipoteca máxima que podemos solicitar, tendremos en cuenta los siguientes elementos:
En conclusión, lo que realmente importa no es el tiempo que tardes en pagar la hipoteca, sino la forma en que lo hagas. Debes basarte siempre en tus posibilidades, pues pueden cambiar de aquí a unos años. Lo mejor será calcular la cuota mensual a la que te enfrentarás en función del salario neto que obtengas cada mes.
Intenta no invertir más del 30 % o el 35 % de tu sueldo en el pago de la hipoteca, ya que necesitarás hacer frente a otros gastos fijos de los cuales no puedes prescindir.