26 February 2020
La figura de los prestamistas es muy antigua, puesto que desde que apareció el dinero ha habido personas que han necesitado recurrir a fuentes de financiación externas para obtener la cantidad que les hacía falta para poder pagar ciertos productos o servicio. En la actualidad siguen existiendo personas que se dedican a prestar dinero, pero muchas veces no son la alternativa más segura.
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Es una persona o entidad que se dedica a prestar dinero a otros obteniendo a cambio un beneficio en forma de intereses.
En este caso nos estamos refiriendo a los préstamos particulares, dentro de los que podemos encontrar varios tipos:
Los préstamos rápidos cubren las mismas necesidades de financiación que los prestamistas particulares, con la diferencia de que todo se hace a través de una entidad de crédito sometida a control jurídico y con un contrato de por medio.
Las entidades de préstamos rápidos permiten acceder a pequeñas cuantías de dinero que deben devolverse en corto plazo, solventando así necesidades puntuales de financiación.
A la hora de contratar un producto de este tipo es mejor tenerlo todo bien claro, conociendo perfectamente cuestiones como el interés a pagar por el dinero prestado, intereses de demora, plazo de amortización, posibilidad de ampliar el plazo de pago, etc.
Para conocer mejor todas estas cuestiones y poder elegir la entidad de crédito más adecuada, un comparador online de préstamos es la mejor herramienta.
Recurrir a prestamistas particulares de dudosa procedencia y no profesionales supone siempre un riesgo del que hay que protegerse. En el caso de los préstamos rápidos los intereses aplicados suelen ser menores y, como cliente, siempre vas a tener mayor protección jurídica. Por eso, a la hora de financiarte, no dudes en escoger la opción más segura.